Las casas de los campesinos y de la gente de clase baja son de un piso, y están construidas con piedras y cal; los tejados van cubiertos con paja o cañas o tejas. esas casas son generalmente limpias, cómodas y aseadas; en verdad hay poca suciedad o polvo en estas islas que las ensucie, porque el terreno es en su mayor parte rocoso, y en razón del clima, casi siempre bueno, está rara vez mojado. las paredes de las casas aquí son de piedra y cal, los tejados con tejas en forma de S, y las vigas, las costaneras y los pisos son todos de pino. las casas de la gente de cierto rango son de dos pisos, cuadradas, un patio abierto en el centro, muy parecidas a nuestras posadas en Inglaterra, teniendo, como aquéllas, balcones la parte interna de cada lado de la casa, y al mismo nivel que el piso del segundo. la puerta de la calle está colocada en el centro de la fachada; detrás de esta puerta hay una segunda; el espacio entre ellas es la anchura de las habitaciones de la casa: este sitio se llama la Casa Puerta, la externa quedando en general abierta todo el día cerrándose por la noche. Cuando usted pasa la puerta interior llega al patio, el cual es grande o pequeño según el tamaño de la casa y está empedrado generalmente con losas, guijarros u otras clases de piedras. en el centro del patio hay un murete redondo o cuadrado de piedra, con una altura de unos cuatro pies, relleno con tierra, plantado con bananos, naranjas y otros tipos de flores. Todos los pisos bajos de cada parte de la casa son bodegas o despensas. las escaleras que llevan al segundo piso comienzan de costumbre en las esquinas, a la derecha o a la izquierda de la puerta del patio cuando se entra en él, y se compone de dos tramos de escalones que conducen a la galería, desde donde se puede tener acceso a cualquier cuarto del segundo piso, sin necesidad de atravesar las habitaciones de cada uno de ellos. los apartamentos principales se encuentran, en general, en esta parte de la casa que mira a la calle, que comprenden un vestíbulo, con un apartamento de cada lado. estas habitaciones son del ancho total de la vivienda, y el vestíbulo tiene la misma longitud que cualquiera de los apartamentos en las extremidades. las ventanas de estas habitaciones están formadas por celosías de madera, primorosamente trabajadas, y se encuentran todas en el muro exterior, no dando ninguna hacia el patio interno.
En el centro de la fachada de algunas grandes casas, al exterior y por encima de la puerta de entrada, al nivel del segundo piso, se encuentra un balcón; algunas casas muestran una galería que corre de un extremo a otro de los muros; pero esto no es corriente en el exterior de las casas. los apartamentos están todos enjalbegados; los de las extremidades del gran vestíbulo y algunos otros están cubiertos con unas finas esteras hasta una altura de cinco pies del suelo, el cual a veces también está cubierto por la misma estera. los costados de las ventanas de todas las habitaciones están forrados con maderas, para impedir que los vestidos queden manchados por la cal de las paredes, pues las ventanas es el lugar donde es costumbre que se siente la gente, ya que hay asientos o poyos en cada lado con este fin; y un extraño siempre es llevado hacia la ventana por el dueño de la casa, cuando entiende mostrarse respetuoso con él.
Los muros internos del gran vestíbulo y los de algunas otras habitaciones tienen colgados cuadros pintados, con representación de la virgen, los doce apóstoles, santos y mártires, en general de tamaño natural, y distinguidos por alguna circunstancia de su vida; por ejemplo, san Pedro está representado mirando a un gallo y llorando, y un gran manojo de llaves colgando de su cinto. San antonio predicando los peces. no recuerdo haber visto en cualquiera de aquellas casas ninguna pintura de carácter profano, ni siquiera un mapa. Rara vez usan cortinas para sus camas en estas islas, considerándolas como nidos de chinches y pulgas, que abundan y se multiplican aquí de manera excesiva.
Lo que se usan principalmente son colchones, los cuales los extienden encima de finas esterillas; además de las sábanas o ropa de cama, ponen una manta, y por encima de ésta una colcha de seda; las sábanas, almohadas y la colcha van en general adornadas con flecos o franjas, o caladas en la mismísima forma que la mortaja de un cadáver en algunas partes de europa.
En un apartamento especial, en cada casa, existe un lugar que se eleva como un escalón sobre el suelo, cubierto con esteras o alfombras; allí suelen sentarse las mujeres juntas sobre cojines, para realizar sus labores y recibir las visitas de personas de su sexo.
Descripción de las islas Canarias: 1764. La Laguna de Tenerife:
Instituto de Estudios Canarios, 1976, pp. 114-115.